<< ¡Hola!, Santiago, me ha encantado la presentación general de tu revista. Tus comentarios a obras y autores son precisos y a mi juicio muy acertados. Como bien sugieres, con la pregunta ¿Por qué arte y no más bien nada?, rememorando la pregunta ontológica radical sobre la implícita condición del ser o/y la nada (Leibniz, Schelling, Trías, etc.), abres una suerte de reflexión que se aleja de la arquetípica ¿Qué es el arte? Y si definitivamente nos persuadiéramos de que no se puede definir al modo de un teorema matemático o a través de un criterio meramente subjetivista, entonces, y sólo entonces, estaríamos más cerca de llegar a la afirmación de que algo es, hay, o pertenece al arte en tanto que es una singular acción que determina o funda un territorio o relato del “mundus”, de lo que hay en torno a lo mundano y a la existencia. Por un lado, el arte sería un “entre”, como nexo de la existencia/ el mundo. Tu pregunta se dirige a dimensionar la actividad que genera el arte como un ejercicio ontológico. Mientras que si insistimos sobre qué es el arte, parece que la pregunta se dirige a un resultado, a una realización, a una creación, a una cosa, es decir, es una cuestión que lleva implícita la respuesta de que la obra de arte es el ARTE. Pero la obra de arte no es una cosa o un objeto propiamente dicho, sino que en ella suceden quehaceres, en un tiempo, en una acción concreta y singular que la excede. Desde luego, también podríamos aventurarnos a matizar más sobre lo que he ido diciendo, pero necesito decir que la actividad artística no es un concepto, ni una re- presentación de la Realidad sino un acceso a la realidad. Y la actividad artística gira y captura y deviene un modo de lo fenoménico y por ello rasga permanentemente la nadería inane del mercado del arte.>>
<< ¡Hola!, Santiago, me ha encantado la presentación
general de tu revista. Tus comentarios a obras y
autores son precisos y a mi juicio muy acertados. Como
bien sugieres, con la pregunta ¿Por qué arte y no más
bien nada?, rememorando la pregunta ontológica radical
sobre la implícita condición del ser o/y la nada
(Leibniz, Schelling, Trías, etc.), abres una suerte de
reflexión que se aleja de la arquetípica ¿Qué es el
arte? Y si definitivamente nos persuadiéramos de que
no se puede definir al modo de un teorema matemático o
a través de un criterio meramente subjetivista,
entonces, y sólo entonces, estaríamos más cerca de
llegar a la afirmación de que algo es, hay, o
pertenece al arte en tanto que es una singular acción
que determina o funda un territorio o relato del
“mundus”, de lo que hay en torno a lo mundano y a la
existencia.
Por un lado, el arte sería un “entre”, como nexo de la
existencia/ el mundo. Tu pregunta se dirige a
dimensionar la actividad que genera el arte como un
ejercicio ontológico. Mientras que si insistimos
sobre qué es el arte, parece que la pregunta se dirige a un
resultado, a una realización, a una creación, a una
cosa, es decir, es una cuestión que lleva implícita la respuesta de
que la obra de arte es el ARTE. Pero la obra de arte
no es una cosa o un objeto propiamente dicho, sino que
en ella suceden quehaceres, en un tiempo, en una acción
concreta y singular que la excede.
Desde luego, también podríamos aventurarnos a matizar
más sobre lo que he ido diciendo, pero necesito decir que
la actividad artística no es un concepto, ni una re-
presentación de la Realidad sino un acceso a la
realidad. Y la actividad artística gira y captura y
deviene un modo de lo fenoménico y por ello rasga
permanentemente la nadería inane del mercado del
arte.>>
Perdona, ¿quién es el autor de la obra que encabeza tu blog?
Bruce Nauman